Texto: Mirta Núñez

Fotos: Rolando Pujol

Pues sí, el famoso cabaret Tropicana está próximo a cumplir sus 80 aniversarios. Para conocer de sus inicios nos remontaremos al ya lejano año 1939, cuando a cierto buen señor se le ocurrió la idea de hacer un bar-ranchón para el disfrute de los habaneros de la época. Bastó que colocara un mostrador rústico alrededor de frondosos árboles en un lugar conocido como Villa Mina, una peculiar hacienda que a pesar de ser capitalina mostraba aspecto campestre. Antes de que transcurriera mucho tiempo, los noctámbulos de la ciudad le dieron el visto bueno y lo eligieron para sus noches de jolgorios por lo exótico del ambiente y la particular atmósfera que allí se respiraba.

Muy pronto el pianista que amenizaba las veladas, el reconocido músico y compositor Alfredo Brito, creó una melodía que tituló Tropicana. Fue tal el éxito de la pieza que además de ser constantemente solicitada, el público comenzó a llamar al establecimiento con el título de la canción, la cual aún sirve para identificar al complejo recreativo nocturno más famoso de Cuba y uno de los más reconocidos a nivel mundial.

En 1953 este centro nocturno fue remodelado y adquirió la estructura constructiva que muestra en la actualidad, la cual, por su belleza y exuberante vegetación integrada a pasarelas y escenarios, se convierte en una locación única con tantos aciertos que llegó a merecer el Premio Nacional de Arquitectura. Hasta el recibimiento en los jardines de entrada resulta sublime, la bella estatua de una bailarina, tallada por nuestra escultora mayor, Rita Longa, le dará la bienvenida. Esta preciosa escultura se ha convertido en símbolo del cabaret.

Las noches en el fastuoso Salón Bajo las Estrellas del cabaret Tropicana, lugar donde pueden coincidir hasta mil personas sin molestarse unas a otras, se torna una suerte de estancia en el paraíso. Por sus pasarelas han desfilado los más reconocidos artistas nacionales y extranjeros y su fama ha sido siempre tal que ya en la década del cincuenta del pasado siglo era conocido en los cuatro puntos cardinales, e incluso, comparado con el lujoso y parisino cabaret Lido y con el renombrado Bard’s de las Vegas, en California. Razones sobraban, el Salón Bajo las Estrellas, techado sólo por la límpida bóveda de nuestro cielo tropical es algo más que un simple cabaret, es un sitio privilegiado donde temperatura, color, vegetación, clima, ambiente y música se conjugan, en combinación perfecta, con la creación arquitectónica, dando lugar así a una equilibrada armonía entre la obra divina y lo hecho por la mano del hombre. Escenarios que suben y bajan, pasarelas a más de diez metros de altura que surgen de las mismas copas de los árboles, bailarinas que aparecen de pronto del más insospechado ángulo, un público armoniosamente integrado también como protagonista del gran espectáculo, y para colofón, un cielo tropical tachonado de estrellas que al visitante se le antojan más brillantes que nunca antes. Todo esto y más convirtieron a Tropicana en un centro nocturno único.

Un show muy cubano

El espectáculo ¡Oh, La Habana! del Salón Bajo las Estrellas cuenta entre bailarines, cantantes y músicos con más de doscientas personas en escena, lo cual provoca que el espectador deba mantenerse activo si desea no perder detalles; nunca podrá predecir por dónde saldrán los próximos artistas. El show tiene como concepto mostrar los diferentes ritmos cubanos. Nuestro criollísimo son, el cha-cha-chá, la rumba, el bolero, el danzón y la música afrocubana son armoniosas melodías que hablan de la idiosincrasia de este pueblo, de su modo de hacer y decir, alcanzando momentos estelares en el transcurso de la noche. También se añade una carismática variedad circense con lo mejor de la escuela del circo cubano. Por supuesto, no es posible dejar de mencionar a la estelar Orquesta Tropicana y al magistral conjunto de violines, quienes con elegancia y virtuosismo amenizan la cena antes que comience el espectáculo.

El complejo nocturno Tropicana

Este centro recreativo-cultural ofrece, además del renombrado Salón Bajo las Estrellas, otras opciones que harán inolvidables sus noches en La Habana y lo incitarán al regreso.

Si en la fecha que usted seleccione para visitar Tropicana la lluvia amenaza, no se preocupe, tranquilo, lo acogerán en el Salón Arcos de Cristal, locación cubierta y con climatización, que gracias a su abovedado techo de cristal en forma de arcos le permitirá contemplar la noche cubana, morena, bonita, y con sus ojos de estrellas en todo su esplendor.

Este salón puede albergar a quinientos visitantes y se caracteriza por una atención y confort cinco estrellas, una comida internacional deliciosa y tropicales cocteles que dejarán satisfecho al más exigente de los visitantes. En fin, el Salón Arcos de Cristal puede brindarle la noche con la que siempre ha soñado y además serle útil para conferencias de prensa, desfiles de modas, conciertos y bailables.

También Tropicana posee dentro de sus áreas el restaurante Los Jardines, que tiene una capacidad para cien comensales y una escuela de alta cocina. En este lugar usted disfruta de su cena mientras escucha acordes de piano y violín, y lo baña la luz de una luna tropical y enamorada. Los predios de este restaurante tienen mucha historia que contar pues aquí estaba enclavado el famoso casino de Tropicana, y en la década del 50, no era difícil confraternizar con los más connotados gánsteres de la época, bueno…, si estaban de buen humor…, claro…

Y como si fuera poco, también en este complejo se encuentra el Café Rodney, que abre sus puertas desde temprano y hasta altas horas de la noche. Su decoración es ambientada al estilo de la llamada onda retro y los bohemios, acostumbrados a visitarlo, aseguran que en este sitio el tiempo transcurre de forma diferente.

Nuestra agencia Havana Gardens, lo invita a que pase por nuestra oficina 7276 sw 8 st Miami Fl 33144, visite nuestra web www.hagartravel.com o llámenos al 786-391-0339 y aquí lo ayudamos a planificar un viaje a La Habana para que disfrute de una noche mágica e inolvidable en el cabaret más famoso de Cuba.

En fin, que Tropicana es un lugar especial, con carisma y alma propia, vamos, como diría el poeta español García Lorca “con duende”. Tropicana espera por usted, Havana Gardens lo recomienda e invita y créame, disfrutar de sus mágicas noches bien vale la pena.